segunda-feira, 21 de abril de 2008

"O importante é a rosa" (Saint-Exupéry)

"E a rosa é sem porquê" (Angelus Silesius).

"El barroco no ofrece en ninguna parte terminación, sosiego o quietud del ser, sino que introduce siempre la inquietud del devenir, la tensión de la inestabilidad. De ello resulta, una vez más, una impresión de movimiento.
Aquí aparece el motivo de la tensión de las proporciones.
El círculo, por ejemplo, es una forma absolutamente quieta y estable; el óvalo es inquietud, parece querer variar a cada instante, no da una impresión de necesidad. El barroco busca, por principio, estas "libres" proporciones. Lo que está determinado y lo que ha recibido una conclusión repugna a su naturaleza" (Wölfflin, 1991: 68)
"Lo que su arte quiere expresar, no es el ser perfecto, sino un devenir, um movimiento. Es por esta razón por la que la estructura formal se vuelve más suelta. El barroco no teme ni las proporciones impuras ni la disonancia en la armonía de las formas" (Ibid: 73).
"El arte del Renacimiento buscava alcanzar el estado de perfección y terminación, "cosa que la naturaleza no es capaz de producir nada más que en casos muy raros". El barroco actúa mediante la excitación del amorfismo" (Ibid: 75).
Wölfflin, Heinrich (1991), Renacimiento y Barroco, Barcelona, Paidós, 1ª ed. 1888.

Sonäka: The Art of Vodka, Plus et Plus, 2008

1 comentário:

Catarina disse...

Num mundo real padronizado, rígido, com muitas "balizas", vamos fugir para o imaginário ondulante, fugidio, fluído?